domingo, 11 de octubre de 2009

Detalles...

Hace unos días me di cuenta que cuando hay algo que me llama la atención no puedo dejar de mirarlo y, es más, hasta he llegado a usarlo como ejemplo de alguna actividad.
La semana pasada estaba dándole clases a una alemana que fue toda la semana en sandalias al instituto, gracias a lo que pude advertir que tenía los pies más feos que había visto en mi vida. Eran execivamente grandes, las proporciones de los pies no tenían relación con las de las piernas, eran grises, tenían grietas y el dedo medio era mucho más largo que el dedo gordo que, además, era medio deforme...
Obviamente, no pude dejar de mirarlos durante los cuatro días que la tuve como estudiante y, como era de imaginarse, los usé de ejemplo cuando hablamos de las partes del cuerpo.

jueves, 1 de octubre de 2009

Sueño Nº1

Este es un sueño que realmente tuve hace muchos años y que, cuando lo leo, me hace recordar lo que estaba viviendo...
Ahora sé que algunas cosas, tal vez, es mucho mejor perderlas y no recuperarlas nunca más:

"Un lugar oscuro, así es donde me encuentro y por donde comienzo a vagar sin rumbo fijo. Hay alguien cerca de mí. No lo distingo pero lo siento, lo presiento mejor dicho. Es una presencia que me está guiando y que me anuncia una pérdida.
Descubro que no soy yo en mi forma física lo que deambula por ese sitio, soy yo en forma espiritual, más bien, es mi alma la que está allí, la que siente, la que ve, la que escucha, la que es guiada.
En ese momento llego a una especie de bosque con árboles muy altos, todo sigue siendo oscuro, casi lúgubre. No hay serenidad, pero tampoco hay sensaciones de miedo o angustia. Lo único que siento es incertidumbre y es algo que me invade y me llena. Mi alma está colmada por la incertidumbre.
La presencia que me guía me habla, no lo comprendo, pero me está diciendo que algo voy a perder, algo valioso, algo que no se recupera con facilidad. En ese momento me dice que el alma está dividida en tres estadios, es difícil de explicar, es difícil de recordar, pero está dividida en tres partes y cada una es tan importante como la otra.
Luego de decirme estas palabras algo se desprende de mí, algo que no me había dado cuenta que existía. Siento que estoy perdiendo un pedazo de mi ser. Veo como ese algo se eleva y se aleja. Como cruza las aguas de un lago inexistente para mis ojos.
La presencia me abandona en ese instante y la soledad me envuelve junto con ese sentimiento de pérdida que es tan horrible, tan grande, que me llena.
Me despierto con ese sentimiento y con la certeza de que mi alma ahora está incompleta. Pero dentro de mí sé que esa tercera instancia está segura y en un sitio donde podré recuperarla en algún momento de mi vida.
Desde ese momento estoy meditando cómo hacerlo".