viernes, 12 de marzo de 2010

Crisálida

Estaba mirando un documental sobre mariposas y no pude evitar verme reflejada en ellas, y ojo, que no estoy hablando de la belleza que algunos de estos insectos tienen, porque básicamente son insectos, que si no tuvieran esas hermosas alas serían, realmente, horribles.
Me sentí reflejadas porque como ellas también he salido de una crisálida, muy fea, muy dura, pero que por suerte quedó pegada en alguna de las ramas del árbol de mi vida.
Casi cuatro años duró mi feo capullo, cuatro años en los que, no lo voy a negar, me pasaron cosas buenas pero, al mismo tiempo, seguía enganchada en cosas, con personas, con situaciones que afeaban más el exterior de mi crisálida. Este año, con esa magia que tiene todo lo que se refiere a la naturaleza, pude salir del capullo, pude resurgir y volver a ser o, directamente, ser de nuevo.
No saben lo bien que se siente romper con las costras feas y extender un par de lindas alas al viento...